Ministerio de Matrimonios

La bondad de Dios promueve el matrimonio: Dios creó el matrimonio para ser una bendición y una ayuda mutua. Es importante entender que, en su mayoría, la voluntad de Dios es que las personas se casen. La Biblia también nos advierte sobre precipitarnos en relaciones matrimoniales sin considerar la voluntad de Dios. Recordemos que Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas, y buscarlo a él primero es fundamental.

Romanos 12:2 y Jeremías 29:11 nos aseguran que sus planes son buenos y beneficiosos. Casarse con un Cristiano comprometido: Proverbios 21:9 y 25:24 advierten sobre las consecuencias de casarse equivocadamente. Buscar un cónyuge comprometido con Cristo es esencial. 2 Corintios 6:14-18 nos enseña sobre no unirnos en yugo desigual con no creyentes. El matrimonio debe ser una unión centrada en Cristo. Prioridad en el matrimonio: Mateo 6:33 nos recuerda buscar primero el reino de Dios.

Mantener a Dios como nuestra prioridad más importante es esencial. 1 Corintios 7:32-35 aconseja a los solteros y casados a enfocarse en servir al Señor sin distracciones. El ministerio de matrimonios debe fomentar la unidad, el crecimiento espiritual y la adoración a Dios en la relación conyugal.

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